Genjitsushugi Yuusha no Oukokukaizouki español

Genjitsushugisha no Oukokukaizouki vol 3 capítulo 25

[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»3.22″][et_pb_row _builder_version=»3.25″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.25″ custom_padding=»|||» custom_padding__hover=»|||»][et_pb_post_nav in_same_term=»on» prev_text=»Anterior Capítulo» next_text=»Siguiente Capítulo» _builder_version=»3.5.1″][/et_pb_post_nav][et_pb_text _builder_version=»4.0.7″ hover_enabled=»0″]

En donde intentaba pescar besugo pero atrapé un tiburón – A

Había un tigre en medio de la negrura, con los ojos cerrados, recordando los sucesos que ocurrieron ese día.

◇ ◇ ◇

En cuanto abrió los ojos, la primera cosa que vio fue un techo que le resultaba familiar. Aunque tenía la mente embotada, se fijó en los patrones que había grabados en el techo y, cuando estuvo completamente consciente, se dio cuenta de que estaba recostado en una blanda cama. Eso era raro. La última cosa que debería haber visto tendría que haber sido la prisión. Cuando se acordó de eso, giró el cuello, y encontró a alguien sentado en una silla adyacente a la cama. Era un joven hombre que revisaba documentos.

Durante un rato, se fijó en el hombre joven, y este pareció darse cuenta de su mirada.

«¿Hmm? Oye, ¿te has despertado por fin?»

El joven dejó los documentos y le entregó un espejo de mano que había colocado debajo de la silla.

«Es posible que tengas muchas cosas que preguntar, pero primero, mira esto.»

Haciendo caso al joven, se miró al espejo que le había dado, y un hombre tigre se asomó en dicho espejo. Un patrón de rayas dorado y negro que inequívocamente pertenecía a un tigris (tigre espadachín) apareció en su cara. Era más grande que los tigres de la Tierra, con colmillos especialmente grandes como característica especial. Esto lo abrumó y causó que su boca se abriera en sorpresa, mientras el joven le dijo con una sonrisa.

«Eres un tigre. Serás un tigre.»

No entendió lo que el muchacho quería decir con eso, así que no dijo nada, aunque parecía que el joven se rascara la cabeza, como si estuviera avergonzado.

«Bueno, umm, después de todo… no me presiones. Necesitas soportarlo un poco, también.»

◇ ◇ ◇

«Kagetora-sama.»

Le estaban llamando. Su conciencia regresó, y vio a un hombre que llevaba una máscara de perro negro arrodillado en el suelo.

«Ah, eres tú Beo—…… Inugami.»

«Sí. Parece que Montaña se ha movido.»

El hombre enmascarado, apodado Inugami, inclinó la cabeza mientras que informaba.

«……Ya veo. Ha pasado un mes desde entonces. Es inesperadamente temprano.»

«Ciertamente. También pensé que debería haberle llevado más tiempo.»

«Hum…. Aunque sea temprano, no por ello tiene que ser una mala cosa. Después de esto, cualquier cosa que suceda en estas tierras será informado a su majestad sin omitir ningún detalle. Esa es nuestra tarea, ¡la de los Gatos Negros!

«««¡Sí! ¡Aceptamos la orden!»»»

Al recibir la orden de Kagetora, empezando con Inugami, el Escuadrón de Operaciones de Inteligencia del Rey del Reino de Elfrieden, los Gatos Negros, empezó a moverse.

◇ ◇ ◇

«Rey~ juguemos~»

«Rey~ llévame a caballito~»

«…….»

Un adorable niño con orejas de lobo de 3 años y una niña humana habían venido a jugar conmigo. La última era una niña de orejas caídas, de la edad de los otros dos, la cual había ocupado mi regazo. Tenía las piernas cruzadas y se había quedado dormida no hacía mucho tiempo. La cola de gato que tenía se iba moviendo de un lado para el otro.

«Ummm, no me puedo mover, por lo que por favor no os subáis a mí sin mi permiso.»

«¡Sí!»

Los dos comenzaron a trepar a mi espalda y a jugar felizmente. Sí, muy lindo, ¿verdad? Incluso se habían subido a mis hombros y me habían estado dando unas palmaditas en la cara, cosa de lo que estaba muy acostumbrado a que me pasara.

«Fufufu, su majestad es realmente popular entre los niños.»

Mi adorable hermanastra Tomoe-chan y su madre biológica, Tomoko-san, me sonrieron mientras doblaban la ropa de los niños. Estábamos en una habitación preparada no hacía mucho tiempo, cuyo rol era tener cuidado de los niños de los trabajadores del castillo, es decir, de las maids y otros. La madre de Tomoe-chan, cuya hija había sido semi-forzosamente adoptada como hermanastra, Tomoko-san, había sido contratada para que trabajara como cuidadora de la guardería. Por cierto, el pequeñín con las orejas de lobo que me estaba tocando la cara con las manos cubiertas de baba era su hijo mayor, (el hermano pequeño de Tomoe-chan), Rou-kun.

«Nii-sama, me encanta que juegues con Rou-kun y los demás, pero ¿está bien? ¿Acaso nee-sama no volverá a molestarse de nuevo……?»

Me lo preguntó mientras abrazaba a un bebé en sus brazos. Cuando no tenía negociaciones con los animales, como por ejemplo la tenida con los rinosaurios, y tampoco horas de clase, Tomoe-chan ayudaba a su madre. Considerando que Tomoe-chan aún era una niña de diez años, era una muy confiable chica.

«Está bien, ya que no tengo mucho trabajo en estos momentos. Además, dejé los Poltergeists Vivientes trabajando en la Oficina de Asuntos Gubernamentales.»

«¿Es eso así? Entonces, puedes jugar mucho. Eso es genial, ¿verdad, Rou-kun?»

«¡Sí!»

Rou-kun levantó las manos. Que lindo. De verdad, me encantan los niños. Podría seguir mirándolos caminar mucho tiempo, todo el día inestables. Por cierto, ¡no es porque sea lolicon o shotacon! Es porque esta escena hizo despertar mi instinto paternal. Cuando mis abuelos todavía estaban sanos, ayudé en el recital que hubo en la guardería del vecindario. Debido a eso, tuve que jugar con los niños durante un pequeño tiempo.

«Qué apariencia tan asombrosa tiene, señor.»

Cuando me volví hacia la persona que me estaba saludando, allí estaba, Carla, con el uniforme de mucama.

«¿En serio? Aunque no es una cosa que la presente Carla pueda decir.»

«Bueno, eso….. Tienes razón.»

Carla bajó los hombros abatida. Sin embargo, mirándola de cerca….

«El uniforme de sirvienta sorprendentemente no te conviene.»

«Por favor, no lo mencione…… Ya lo había pensado yo misma.»

En primer lugar, Carla era una dragonewt, por lo que en comparación con un humano normal, tenía muchas partes adicionales. Poseía una cola, alas de dragón y también pequeños cuernos. Y el usar un uniforme de sirvienta encima de estas partes… Tal vez podría tildársele de tener una idiosincrasia desequilibrada con dichos ropajes.

«Además, ¿no es la falda terriblemente corta?»

«P-por favor, no mire.»

Mientras decía esto, Carla se agarró a la parte delantera de su falda.

Todas las doncellas del castillo llevaban un clásico uniforme de sirvientas con faldón largo, pero lo que Carla llevaba en estos momentos era algo que no estaría fuera de lugar en una cafetería maid: un vestido hasta las rodillas, ancho y abullonado. Era evidente que la selección del estilo en sí era excelente.

«Uuu…. La jefa de las sirvientas….. dijo que llevara esto…..»

«Ah, es esta la «burla» de Serina-san ¿eh?»

No una “broma”, sino una “burla”. [1] El acto no estaba hecho con maldad, más bien, quizás, podría decirse que era una forma de “afección” (fastidio). El objetivo de hacer esto era instigar la timidez de la víctima en cuestión. Como sirvienta, Serina era capaz, pero parecía que tenía un sádico hábito limitado solo con chicas lindas. Además, si la persona en concreto era de espíritu valiente y determinado, sería esta el «objeto de burla” por excelencia, por lo que alguien como Liscia o Carla estaría justo en la zona de tiro. Liscia me había contado esto anteriormente con la mirada perdida. Ofrecí mis plegarias.

«No obstante… Ha pasado ya un mes, ¿huh? ¿Acaso no ha acabado tu formación maid

«F-formación…….b-…. buaaaa….»

En el momento en que mencioné la formación, Carla se puso de cuclillas, sosteniéndose la cabeza. Oh cielos, algo ha sucedido. Para ingresar a los cuerpos maid, alguien tenía que recibir un entrenamiento para tener las habilidades necesarias, ¿no?

«L-…… l-látigo….»

«Látigo?»

«Pegando….. con el látigo…»

«¿¡Es la formación tan difícil!?»

«Además, ese látigo estaba hecho a medida, así que aun y golpeando el cuerpo, no dejará heridas… aunque de alguna manera me deja medio en dolor medio en placer.»

¡¿Qué demonios es ese látigo?! En lugar de formar, lo que hace es domesticar, ¿no?

«La jefa de sirvientas-dono ha dicho: «ya que el dolor te obstruirá de sentir placer, cuando soportes el dolor, sentirás placer también». Y como no quería sentirme inútil a pesar de que haya terminado como esclava, había planeado estudiar y trabajar duro como maid… Pero ese látigo es demasiado aterrador. Pronto podría fácilmente caer en el placer.»

«El cuerpo de maids son los perros del amo. No hay lugar para cerdas…..»

«¿¡Hiiii!?

En cuanto me di la vuelta, Serina-san se encontraba allí parada con una sonrisa refinada. Y Carla, quien podía lanzarse al campo de batalla sin miedo, empezó a gritar asustada…. Me pregunto, ¿cuán intenso era su miedo?

«¿Sucede algo, su majestad?»

«……No, nada»

Me sentía mal por esto, pero decidí hacerme el tonto para que la lanza de Serina-san no me apuntara. Está bien, Carla. No morirás… No obstante, no sé qué pasará con tu estado mental.

«Ahora bien, Carla-san. ¿No deberías hacer la cama en la Oficina de Asuntos Gubernamentales donde vive su majestad?»

«No, es solo que…… entrar a la habitación de un varón conocido, como era de esperar, es vergonzoso…»

«¿De qué estás hablando? Si te conviertes en una maid, en el futuro tendrás que hacer la cama donde su majestad y la princesa Liscia celosamente ******, ***** en ****** y con ******, y deberás tener la cara compuesta.»

«E-entonces, como es de esperar, ¡deseo ser excusada de ello!»

Carla empezó a gritar con una cara profundamente roja… Pero, ¿eh? Pero, ¿acaso no nos ha insultado Serina-san indirectamente a Liscia y a mí? En este momento, me sentí realmente incómodo.

«Por cierto, su majestad. ¿Estará su majestad bien?»

«¿Eh?»

«Bueno, acabo de ver a alguien correr detrás de su majestad.»

«Oh, mierda.»

Dejé a Rou-kun, quien estaba montado sobre mi espalda, y justo cuando estaba a punto de empezar a correr, mi cuello fue firmemente agarrado.

«¡Guaagh!»

«¡Ja, ja, ja! ¡Le he estado buscando, su majestad!»

Cuando miré por encima del hombro, había una persona de cabello castaño y pelo recogido y bigote de color marrón; un hombre musculoso de mediana edad, quien se encontraba de pie y ostentaba una sonrisa en el rostro. Era una de las personas que no había cedido a mi coacción en el juicio de Castor y Carla y había defendido al par, Owen Javana, el jefe de la Casa Javana. Desde el juicio, había sido designado como mi educador y consejero (e instructor de artes marciales). Por cierto, se hablará más adelante sobre la parte de los paréntesis.

Ah, por cierto, el otro que había protegido al padre y a la hija de Valgas era Piltory Saracena, el jefe de la Casa Sarracena. En cuanto se enteró de las fechorías del anterior jefe de la Casa Sarracena (su padre), había dicho solemnemente.

«Qué cosa… pensar que mi padre había hecho tales cosas. Estoy demasiado avergonzado como para pedir una disculpa. Por lo tanto, le ofrezco esta vida a su majestad hasta que su majestad lo considere oportuno. No importa qué tan peligrosa sea la tarea, obedeceré.»

Había hablado con honestidad al igual que su apariencia honesta y de joven noble. Así que, tal como había dicho, le había designado para un puesto peligroso: Embajador Especial de la Embajada del Reino de Elfrieden en el Imperio del Gran Caos (acortado: Embajador en el Imperio del Gran Caos). Era una bastante peligrosa posición ya que todavía era experimental y no estaba claro de cuánta extraterritorialidad podía adaptarse— podía decirse, pues, que era una posición peligrosa.

Por lo que volvamos a la historia de Owen. Owen era una persona que hablaba sin rodeos y de manera justa, aun y cuando la otra parte era su superior. Como apuntaba la persona misma: «ya que no queda mucha vida en estos viejos huesos, ¡vivamos los pocos años restantes honestamente!» aunque incluso si dice que no le queda mucho tiempo, era alguien que no moriría incluso cuando lo mataran…). Por lo que me servía para que no me desviara de mis objetivos, dado que tener a alguien que podía incluso hablar sin rodeos a mi persona, quien ahora es un dirigente de un país, haría que la posibilidad de que me descarriara bajara. A pesar de que había ordenado a Carla que me matara (muriendo ella por consiguiente) cuando llegase la hora, quería acabar mi reinado sin ninguna necesidad de que se me matara durante mi vida.

Bueno, por esa razón, había nombrado a Owen como mi educador, pero…..

«Wuajajaja, Su Majestad! ¡Dígame siempre cuándo esté libre de las tareas del gobierno! Bien, bien ¡comencemos la lección de hoy!»

«………..»

La educación física estaba incluída en la educación de Owen, por lo que tan pronto acabara con mis tareas del gobierno, estaba atado a entrenar. Si me atrapaban, después de eso, tendría que lidiar con el menú de entrenamiento de correr, hacer prácticas de estoque o simulacro de combate, práctica común en los soldados recién alistados. Por supuesto, no con las muñecas, sino con mi propio cuerpo.

«No-no, si se trata de practicar, lo puedo hacer con Aisha, así que…»

«¿De qué habla? ¿Acaso no es la Princesa Protegida por Dios demasiado hábil para el nivel de su majestad? ¡Al final acabaría siendo una práctica para las muñecas!»

«Hablas demasiado fuerte…… Pero puedo luchar, apenas, manipulando las muñecas.»

«Entonces, ¿qué pasaría si de alguna manera las muñecas no pudieran ser utilizadas? Podría decirse que la vida de su majestad es la vida de este país. Si por ejemplo, cuando fuera asaltado por asesinos, si su majestad pudiera defenderse de los ataques durante unos pocos combates o incluso solo una pelea como mínimo, podría comprar suficiente tiempo hasta que llegasen los Guardias. Por lo que esa pelea podría ser la que mantuviera la caída de nuestro país y llevara la gloria.»

Uggh… No pude contraargumentar ese argumento. Dejé caer los hombros y Carla, la cual estaba atrapada por el cuello por Serina, me miró con ojos ligeramente compasivos.

«El amo también parece estar en problemas.»

«¡Mira quién habla!»

«Ahora bien, con el permiso de su majestad, ¡movámonos al campo de entrenamiento!»

«Carla-san también, por favor aprende cómo hacer una cama rápidamente.»

Carla y yo, entonces, tuvimos que ser arrastrados en direcciones diferentes.

Hasta la vista, baby.

☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽

[/et_pb_text][et_pb_post_nav in_same_term=»on» prev_text=»Anterior Capítulo» next_text=»Siguiente Capítulo» _builder_version=»3.5.1″][/et_pb_post_nav][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta