Genjitsushugi Yuusha no Oukokukaizouki español

Genjitsushugisha no Oukokukaizouki vol 3 capítulo 17

[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»3.22″][et_pb_row _builder_version=»3.25″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.25″ custom_padding=»|||» custom_padding__hover=»|||»][et_pb_post_nav in_same_term=»on» prev_text=»Anterior capítulo» next_text=»Siguiente capítulo» _builder_version=»3.0.74″] [/et_pb_post_nav][et_pb_text _builder_version=»4.0.7″ hover_enabled=»0″ border_style=»solid» inline_fonts=»Open Sans»]

El león dentro de la jaula

Habían pasado varios días de nuestro regreso desde Van a la capital del Reino, Parnam.

Me encontraba frente a la prisión bajo el castillo real. No había luz a menos que las antorchas iluminaran el camino, por lo que el ambiente era oscuro. Debido a que dicha prisión se encontraba dentro de palacio, era entendible suponer que muchas personas de alto rango habrían estado ingresadas en ese lugar. Sobre todo, aquellos prisioneros encarcelados en calidad de presos políticos. Dentro de aquel calabozo, me situaba yo con alguien detrás de las rejas. Después de unos momentos en silencio me dirigí a la persona que habitaba la celda.

«Esta es la primera vez que nos encontramos personalmente. Soy el rey provisional, Souma Kazuya.»

«Es un placer conocerle. Soy Georg Carmine.»

Mientras se presentaba, el general supremo del ejército anterior, el hombre bestia con cara de león, Georg Carmine, inclinó la cabeza profundamente. A diferencia de mí, que estaba sentado en la silla, Georg se sentó directamente en el suelo de la celda, con las piernas cruzadas, al igual que un comandante en Japón en la era Sengoku lo haría con una audiencia con su señor. Mientras aún inclinaba la cabeza, George empezó a hablar.

«Una vez más, le doy mis sinceras felicitaciones por el resultado de la guerra.»

El encarcelamiento de Georg en este lugar había ocurrido varios días antes de nuestro regreso. Hasta entonces, se encontraba bajo arresto domiciliario en el castillo de Randell, por lo que debió de haberse enterado allí, ya que no se encontraba aislado totalmente.

«Levanta la cara. Es difícil poder hablar si estás en esa postura..»

«Como desee, su majestad.»

Georg levantó la cabeza poniéndose en posición vertical para poder hablarme. Debido a que su cuerpo tenía un físico corpulento, con una estatura cercana a los dos metros, nuestros ojos se encontraban al mismo nivel pese a encontrarme sentado en una silla. «Magnífica…»— una expresión tal que así era la que se adecuaba a él como militar. Entendí por qué Liscia lo respetaba. Era difícil no sentirse abrumado por la atmósfera que desprendía. Tenía tal increíble presencia y, sin embargo, era el más joven de los tres duques. Estaba seguro de que Castor tenía unos 160 años, mientras que Excel había traspasado el lindar de los 500 años.

«¿No te parece que los años que tenéis vosotros, los Tres Duques, no se corresponden con vuestras apariencias? También a nivel de madurez mental.»

Cuando mencioné esto, Georg se rió «Gahaha».

«Ciertamente. Es típico de razas con esperanza de vida muy altas que el crecimiento tanto a nivel de cuerpo como de mente sea lento. A las razas muy longevas, se les dice que su apariencia y edad mental se corresponde en términos humanos con: (su verdadera edad) x (vida útil habitual del ser humano o hombres-bestia <aproximadamente 100 años>) ÷ (la vida máxima habitual de esa raza).»

Ya veo. Podría decirse que este mundo tenía algo similar a «a lo que a la grulla le son mil años, a la tortuga le son diez mil» [1] [ps2id id=’1a’ target=»/]que sería aquí «a lo que a la raza dragonewt le son 500 años, a la Tribu Dragón Marino le son mil» como símbolo de longevidad (aunque en este mundo, realmente vivían hasta esa edad). En otras palabras, Castor tendría 160 x 100 ÷ 500, lo que solo serían 32 años (en equivalente humano). Siguiendo esa línea de pensamiento, podríamos entender entonces por qué todavía tenía esa actitud de un típico musculitos……. ¿Eh? ¡Un momento!

«Si usáramos esa teoría, ¿no tendría Excel la edad mental de 50 años?»

«……En todo, hay siempre una excepción.»

«No te olvides de eso.»

Fue a partir de aquella conversación casual, después de un silencioso respiro, que pasé al tema principal.

«……Si me reúno contigo, es porque hay muchas cosas que quiero decirte y pedirte.»

«Por supuesto.»

«Bueno, antes que eso, parece que todavía no te has reunido con Liscia.»

Cuando puse ese asunto sobre la mesa, Georg cerró lentamente los ojos. Parecía que Liscia desde el regreso a Parnam había pedido una vez reunirse con Georg. Sin embargo, Georg, gritó: «¡Su señora es alguien que pronto se convertirá en la reina, ¿cómo puede solicitar reunirse con un criminal?» (aunque para ser exactos, fue el guardia de la prisión quien me envió el mensaje verbal) y la echó. Como Liscia tenía una personalidad realmente seria, reaccionó fuertemente a esas palabras. Desde entonces, nunca había hecho ninguna otra solicitud de reunión. Todos y cada uno de los días lo soportaba todo en su corazón.

«……Por eso, no creo que esta situación esté bien.»

«Me despedí con la princesa cuando se realizó el Consejo Final. Ya no hay necesidad de palabras por ahora.»

«¿Cuando se cortó el pelo?»

«Vi la resolución de la Princesa en esa acción. Como persona, como mujer, la princesa ha guardado espléndidamente su independencia. No quiero nublar esa resolución, influenciarla con este cuerpo que se está ya desvaneciéndose.»

¿La rechazó por el bien de ella? Santo cielo… qué viejo obstinado.

«Hay algo que me gustaría preguntar.»

«¿De qué se trata?»

«De las personas que acataron la insurrección; ¿qué pasará con los soldados del Ejército y la Fuerza Aérea? ¿Qué hará con los traidores nobles que han cometido actos deshonestos?»

«Los soldados del Ejército y la Fuerza Aérea han obtenido hechos meritorios en la guerra contra Amidonia, por lo que serán indultados de su crimen. La Casa Vargas había cometido alta traición contra mí, pero han obtenido muchos logros, inclusive en el reinado del Rey anterior. Las únicas personas que estarían implicadas serían Castor y Carla. El ducado será abolido, pero dejaré que el hijo mayor, que había cortado las conexiones con la Casa de antemano y que estaba al cuidado de Excel, sucediera a la Casa y le permitiera poseer solo la ciudad y el Castillo del Dragón Carmesí.No obstante, dado que ese niño aún es pequeño, su madre Axera y el chambelán Tormann se convertirán en sus consejeros. En cuanto a Castor y Carla, dado que Excel ha apelado por ellos haciendo alusión a los méritos de guerra, recibirán mi juicio personal en una fecha posterior.»

Georg cerró los ojos. Me pregunté qué sentiría al escuchar todo aquello.

«Luego, en relación a los nobles deshonestos… Además de la confiscación de su apellido, expropiación de sus territorios y bienes… ejecución. El perpetrador principal será ejecutado públicamente, mientras que las otras personas implicadas serán tratadas en privado.»

La ley existente establecía que el crimen de alta traición sería castigado con «ejecución grupal hasta tercera generación de parentesco.» Si antes de rebelarse como Georg, hubieran cortado sus conexiones con sus parientes, no habrían involucrado a familiares no relacionados, pero los dichos nobles habían sido negligentes al hacerlo. Tal vez porque nunca pensaron que iban a perder… Pero cuán incompetentes por su parte. Además, no solo habían cometido traición, sino que también actos de corrupción, soborno, colusión con Amidonia y fechorías en sus territorios individuales (abusando de su autoridad y estado para cometer asesinatos, violaciones, robos, etc.) y, en cualquier caso, ya fuera por una cosa o por la otra, habían violado ya completamente la ley. Para aquellas personas como Georg y Castor, cuyo único crimen era traición, era posible, al menos, presentar un pedido de clemencia, pero, por el contrario, para a aquellos nobles, existían peticiones para que los matasen de la manera más espantosa posible.

«Sistema de condena por asociación, se les acusa supongo a los otros parientes de no detener al criminal. ¿Pero no es hasta la tercera generación de parentesco demasiado?»

«No se le puede hacer nada. Para los humanos y los hombres bestia, poder ver el rostro de un bisnieto significa tener una larga vida, pero dado que hay razas que pueden ver el rostro del tataranieto y generaciones en adelante mientras están en servicio activo, el alcance de la generación de la condena aumentará.»

«Por eso, ¿acaso no morirían muchas personas no relacionadas? Incluso después de que Hakuya corriera frenéticamente por los documentos, apenas había podido revisar hasta el segundo grado de parentesco. Además, los menores de trece años están exentos de la sentencia de ejecución y se les dará a un orfanato o a la custodia de la iglesia.»

Aquellos menores de diez años pasarían a estar bajo la tutela del estado, y los que tenían entre once y trece años serían confiados a la iglesia. La diferencia entre ambos es si podrían casarse o no y crear una familia en el futuro. Para aquellos que habían ingresado en un orfanato, esto era posible, pero no así para aquellos que habían ingresado en la iglesia, ya que necesitarían separarse del mundo secular. Además, en caso de que hubiera mujeres embarazadas o que aún no había ni transcurrido un mes desde su nacimiento, también se las confiaría a la vigilancia de la iglesia. Si en el futuro, conspirasen para hacer un delito, entonces en ese momento, serán «tratadas». En aquellos momentos solo podía hacer eso…

«Estoy… en contra de este sistema de culpabilidad por asociación. Solo aquellas personas que cometieron el crimen deberían ser las juzgadas. Aun si son parientes del delincuente, sin duda es un error matar a gente inocente. Además, también siento lo mismo por la ejecución pública. La pena de muerte, como veredicto de un crimen atroz, perdería su valor de disuasión. Por eso, no quiero convertir esa pena de muerte en un espectáculo público, por lo que quiero corregir las mentes de los ciudadanos que piensan de la pena de muerte un espectáculo.»

«Ya es tu país. Puedes hacer lo que quieras con él.»

«Lo haré…»

«Su majestad, ¿es doloroso robarle la vida a la gente?»

¿Acaso estaba yo mostrando una expresión amarga? Georg lo dijo como si me hubiera visto así.

«Por supuesto que no hay forma de que no sea doloroso. Solo con un decreto, numerosas vidas pueden extinguirse. Me encuentro abrumado la responsabilidad que ha recaído ante mí. Hace solo medio año todavía era un plebeyo, ¿sabes?»

«Lo sé gracias a la carta de la princesa. Sin embargo, esta dio grandes alabanzas a su majestad como Rey entre Reyes. Quiere dedicar su cuerpo y alma en apoyarte.

«Liscia… a menudo me ha apoyado. Sin embargo, debo tomar una decisión que la pondrá realmente triste. Debo hacer…… que mueras.»

Me puse la mano sobre la frente y solté un gemido.

«Tu plan era espléndido. Lo oí gracias al padre de Hal… Glaive. Reunir a todos los nobles deshonestos en un solo lugar, incluso con sus bienes secretos, y atraparlos de una vez. Incluso con aquellos que Hakuya y yo no pudimos acabar, un plan que en absoluto deja nada que desear. Sin embargo… ya que no podemos divulgar esta información oficialmente, tu tratamiento será el mismo que el de los nobles deshonestos.»

Había dos razones por las que no podía hacer una declaración oficial al respecto. La primera era que había habido bajas en la batalla entre el Ejército Real y el Ejército del Reino, a diferencia de la batalla en el Castillo del Dragón Carmesí, donde la única “baja” del Ejército Real había sido solamente el acorazado. En cambio, en la batalla a las afueras de Randell, habían habido bastantes víctimas caídas tanto en un bando como en el otro. Aunque podría decirse que Georg había incitado deliberadamente la batalla por el bien del país, seguramente las familias de las víctimas no se pondrían de acuerdo.

La segunda razón era que Zem, que estaba pagando el rescate de los mercenarios capturados, se resentiría aún más con Elfrieden. En estos tiempos, Zem se estaba arrepintiendo de haber enviado sus mercenarios al bando perdedor como venganza por nuestra rescisión del contrato con los mercenarios zemish. Sin embargo, si llegaran a conocer la conexión secreta que había entre Georg y yo, entonces Zem podría llegar a pensar que el plan había sido obra del Reino (aunque dicho plan había sido obra de las propias acciones arbitrarias de Georg). El sentimiento nacional hacia el Reino, que ya era malo, sería aún peor. Una situación que quería evitar a toda costa.

Es por eso que llegados a este punto, no podía hacer una declaración oficial sobre el plan de Georg.Y además, Georg ya sabía desde el principio lo que ocurriría. Pero había decidido llevarse esto literalmente a la tumba. Una persona muy terca. Hay que ver…. qué tonto.

«Oye, ¿no hay otra forma de solucionar esto? ¿Es este tu deseo? Sufrir incluso la infamia, tener un suicidio doble con los nobles corruptos ¿¿estás satisfecho??»

Me levanté y golpeé los barrotes de la celda.

«¿Por qué necesitas apresurar las cosas? Tomaría su tiempo, pero seguramente habría maneras diferentes de llevar a los nobles corruptos ante la justicia. ¡Lo mismo con lo que le sucedió a Castor! ¡Acaso no se rebeló debido al empujar por tu culpa el plan creado por ti precipitadamente! Aunque quería que hicieras trabajos para mí en los tiempos posteriores a la guerra, pero eso tiene que ser desechado, ¿no…? Bueno, resolverlo todo con solamente una acción sería demasiado ingenuo. Si la gente de este país no fuera tan cerrada de mente, se hubiera vuelto relativamente mejor, y mi plan junto con el de Hakuya hubieran avanzado con facilidad. Por eso, ¡no tiene sentido perderte! ¿No sabes que para un país, perder a una persona con talento es un golpe terrible? ¡No tiene el mismo valor en comparación a los nobles deshonestos!»

«……»

Le pregunté a Georg quien cerró silenciosamente los ojos. Una vez más golpeé los barrotes de la celda.

«¡Respóndeme! ¿¿Estás realmente satisfecho con esto??»

«Por supuesto…»

Me respondió con una expresión tranquila.

«Creo que soy similar a un árbol grande que después de morir le brotan nuevos tallos de las raíces. Mi único deseo es que los brotes crezcan saludablemente.»

«Por esa razón… ¿el gran árbol tiene que ser derribado?»

«Es mi sueño más preciado. Siento alegría al sentir que en la próxima generación el crecimiento será sólido . Su majestad también lo entenderá eventualmente.»

«¿Lo haré…?»

«En cuanto la princesa de a luz un niño ciertamente lo harás.»

Me senté abruptamente en la silla. Estaba envuelto en un aburrimiento inusual cuando le pregunté otra cosa con la que estuviera preocupado.

«Oye… ¿Ha estado todo esto ideado por ti?»

«¿A qué se refiere….?»

Georg abrió los ojos y me pidió que volviera. ¡No juegues senil de repente!

«Esta es la primera vez que nos vemos. Aun así, me tienes extrañamente en alta estima. Me has confiado el plan actual, a Liscia, que es como una hija preciosa para ti, además del futuro del Reino. Por mucho que le de vueltas al asunto, esto es extraño. ¿De dónde viene esa fe?»

«Supe de su talento extraordinario a partir de las cartas de la Princesa, ¿hay algún problema en eso?»

«Sí, que estoy insatisfecho. ¿Puedes llegar a tener fe a partir de los escritos? Estamos hablando de tu propia inmolación solo en pos de «la realeza de Elfrieden», ¿no es así?»

Ahora que lo pensaba, todo había sido muy extraño «desde el principio». Desde el comienzo, curiosamente, el camino que tenía que escoger se encontraba ya aplanado. De repente, se me entregó la corona, obteniendo fácilmente poder político, se me emparejó con Liscia como prometida para que fuera por causa justa, y se me presentaron ante mí los nobles corruptos antes de que me diera cuenta. Pensándolo bien, sentía que para un novato como yo, le había salido la jugada demasiado bien. Tal vez esto era debido a las intenciones de esa persona. Si alguien pudiera hacer esto, entonces no habría nadie más que «esa persona».

«¿Ha sido el plan actual hecho por esa persona?»

«Me mantendré en silencio en esto……»

«Por favor, respóndeme. Esa persona, tú, ¿qué demonios sabéis?»  

«……..»

Esperé a que Georg dijera unas palabras, pero no respondió. Nos encontrábamos encarados en silencio por unos momentos. Solo el pitido del silencio llegó a mis oídos… [2][ps2id id=’2a’ target=»/] Ya era suficiente, sería inútil, esperase lo que esperase.

«Por lo que… no puedes darme la respuesta.»

«Cuando llegue el momento preciso esa persona te hablará….»

Me puse de pie, saqué una pequeña botella del bolsillo y se la puse frente a Georg.

«Su majestad, ¿esto…?»

«Vino envenenado….. Se tiene que hacer de esta manera, ya que no puedo obligarme a dejar que un hombre que se ha sacrificado por la patria fuese ejecutado frente al público. Además… he recomendado este método a las personas que están tratando de sacrificarse por ti.»

Quizás fuera por la personalidad de Georg, ya que pequeña no era la cantidad de oficiales y soldados del Ejército que habían hecho eso. Comenzando desde el ex segundo al mando, Beowulf, hasta varios altos oficiales del ejército; todos habían solicitado ser castigados de la misma manera que Georg. Lo que es más, entre los soldados del Ejército y de la Fuerza Aérea que no habían sido perdonados, por culpa de que no habían prestado servicio en la guerra contra Amidonia, había personas prisioneras que intentaban suicidarse frente al Castillo Real para exigir que se le perdonara la vida a su general. Madre mía… Vaya tipos, buscando la muerte.

Georg, quien recibió la pequeña botella, dijo «muchas gracias» y relajó su mejillas. Su cara de león severo comenzaba a parecerse a la de un viejo afable. Abrió la tapa de la pequeña botella y luego la levantó hacia mí.

«Su majestad. Dejo a la princesa en tus manos.»

«No puedo hacer ninguna promesa definitiva… pero soy el prometido de Liscia. Es alguien que pronto se convertirá en mi familia. «No importa lo que pase, debo proteger a la familia.» Esa es la única creencia de que nunca descartaría, aún incluso si tuviera que ignorar mi pensamiento realista.»

Como sabía lo solo que se estaba al perder la familia, nunca apartaría de lado esta creencia. Incluso aun si fuera ineficiente hacerlo. Quizás fue, dado que Georg sentía mi resolución, que asintió con satisfacción.

«Me siento aliviado al escucharle decir esto. Rezaré por la gloria del Reino de Elfrieden y por la felicidad de su majestad y la princesa bajo la sombra de la hierba. Hasta la vista… Excúseme.»

Después de decir esas palabras, Georg bebió el contenido de esa pequeña botella de un solo trago. Su cuerpo se sacudió violentamente antes de que se inclinara hacia adelante, lo que hizo que la pequeña botella vacía cayera de su mano al suelo y se rompiera con un ruido metálico. Momentos más tarde, se escuchó un ruido sordo y, una vez más, el silencio se apoderó de la prisión. La cara de Georg que había caído hacia un lado….. mostraba una sonrisa de satisfacción. Me puse de pie, le di la espalda a la celda y me alejé.

Paso, paso……

Después de caminar un poco, me detuve por un momento, volví la cabeza atrás una vez más.

«Idiota…… No me agobies así.»

Caminé de nuevo. Esta vez no me di la vuelta.

◇ ◇ ◇

Al día siguiente, el programa de noticias de Chris Tachyon informó al público sobre la noticia: «El ex general supremo del ejército del reino, Georg Carmine, se ha suicidado en la cárcel.»

☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽☾☽

[/et_pb_text][et_pb_post_nav in_same_term=»on» prev_text=»Anterior capítulo» next_text=»Siguiente capítulo» _builder_version=»3.0.74″] [/et_pb_post_nav][et_pb_text _builder_version=»3.27.4″][1][ps2id id=’1b’ target=»/] Viejo refrán japonés.

[2][ps2id id=’2b’ target=»/] Ese pitido que se oye cuando hay mucho silencio.[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta